Desde luego que los detalles de las acciones a llevar adelante, es algo que tienen que ir diseñando los grupos, adaptando las ideas generales a cada situación, pero algunas cuestiones a tener en cuenta serían:
· Exponerse lo menos posible a la confrontación que pueda facilitar el uso de la violencia por parte de las fuerzas de represión. No ofrecer blanco fijo. Ej. Cortes de rutas o caminos móviles, entrar y salir o en diversos puntos.
· Utilizar todas las herramientas dentro de la "legalidad" para eludir represiones y confundir; obstrucción, tortuguismo, boicots, saturación de la administración publica y privada, huelgas, etc.
Estas precauciones tienen un objetivo múltiple: salvaguardar a las personas, lograr que se sume gente "menos atrevida", y generar simpatía en la sociedad por el ingenio de las tácticas usadas.
En muchas ocasiones, a pesar de las acciones, no se conseguirá que el gobierno atienda las exigencias, pero se fortalecerá el Movimiento Social y se obtendrá más ayuda de la población para resolver necesidades básicas.
Es importante trabajar en equipo, sin liderazgos personalistas, porque entonces esos líderes pueden ser detectados por los represores y descabezar los grupos encarcelándolos por cualquier motivo. En este sentido, es probable que los gobernantes, que van haciendo las leyes a su medida, conviertan en ilegales acciones que hoy son legales, con el argumento de que se altera la "normal convivencia social". En tal sentido hay que explicar lo que es legal y lo que es legítimo, y que ante la marginación, el derecho a rebelarse siempre es legítimo.
Es de importancia también la organización, ya que este tipo de tácticas requieren de entrenamiento y de que todos los participantes tengan claro que no se debe actuar con violencia. A veces, si la cantidad de gente que participa desborda la capacidad organizativa del Movimiento, pueden ocurrir episodios de violencia desgraciados, como le ocurrió a Gandhi en el episodio de Chauri Chaura.
Un concepto que se puede instalar, es el de que los subsidios a los desocupados y marginados los tienen que pagar los que concentran el poder económico, o sea los bancos, las multinacionales, las grandes empresas y hasta los políticos que se enriquecen a costa de la gente. Y, en ese sentido, exigir que hagan donaciones de alimentos, medicamentos, y todo tipo de servicios, sería un modo de empezar a señalarlos. Lo cual no quiere decir que la lucha se termina cuando entreguen la limosna, cosa que difícilmente harán. A la vez se debiera apuntar los cañones de la no-violenciaprecisamente a estos sectores; boicots a grandes empresas, entorpecerles el normal funcionamiento para hacerles perder plata a empresas y bancos sería empezar a pegar donde les duele.
Y a todas las acciones hay que tratar de darles la mayor publicidad posible para que la opinión pública sepa lo que se está haciendo y marcar un camino ante la confusión generalizada.
Tal vez mostrando el camino se empiecen a sumar las fuerzas, tal vez cuando a todos les quede claro que están luchando por sus derechos, tal vez entonces los seres humanos comprendan que aunque les hayan pisoteado todos susderechos, aún les queda el último:
El Derecho a la Rebelión.
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